martes, 26 de mayo de 2015

SmartFit no debería de ser tan chafa



SmartFit no debería de ser tan chafa

Quizá muchos de nosotros nos hemos enfrentado a este despliegue invasivo de publicidad que anuncia tarifas muy bajas en clubes deportivos,  conocidos como SmartFit. Efectivamente, se trata de tarifas muy económicas que ofrecen gimnasios de bajo costo con equipo de peso libre, integrado y aparatos cardiovasculares, para quienes gustan de realizar ejercicio y otras cuantas amenidades para quienes quieren ir a broncearse o "rejuvenecerse" o tan sólo recibir un masaje en algunas de las amenidades con las que cuenta SmartFit.

Pocos sabemos que SmartFit es una cadena de clubes perteneciente a grupo Martí y por ende forma parte del consorcio que agrupa a gimnasios de nivel Premium conocidos como SportCity y entre los cuales existe un abismo de niveles socioeconómicos bastante amplios y opuestos y no solo eso, sino una calidad en el servicio casi impecable en comparación con SmartFit.

La abismal diferencia que logré percatar entre la calidad de servicios que ofrecen estos dos conceptos es inmensa y desalentadora, considerando que SmartFit pretende proyectarse como una empresa inteligente, juvenil y honesta, pero que desde su aproximación con el cliente aparenta,  poca honestidad y franqueza desde el hecho de que en SmartFit no es posible solicitar informes a las unidades vía telefónica. Esto en lugar de agilizar el flujo de información y hacerlo "Smart" como ellos le llaman, entorpece todo y dificulta el acercamiento con SmartFit. Pensar en una línea de ayuda o acceso al corporativo es un sueño, ya que nadie contesta.

En el caso de SportCity, éste cuenta con una línea telefónica exclusiva para quejas y sugerencias en donde puedes hacer llegar cualquier queja o comentario o duda sobre los servicios de esta cadena. En comparación, no solo con los tangibles sino con el concepto y servicio que SmartFit pretende ofrecer deja mucho que desear como cadena gimnasios, muchas son las irregularidades que opacan y contradicen el concepto esperado.

Quizá te preguntes porque escribo esto, y no es por un interés macabro de opacar a una marca, sino porque como usuario de estos dos gimnasios es fácil percibir diferencias entre ambos conceptos que dejan en el caso de SmartFit a un lado los derechos y respeto al cliente, que debería ser su principal preocupación.

En fechas recientes he iniciado un proceso de reclamo por 9 meses cargados a mi cuenta por un plan que cancelé hace 10 meses y que por falta de seguimiento por parte de quienes manejan la unidad Viaducto ha llevado al cobro indebido de este servicio, negándose a atender dicho caso y dando largas y largas a esta solicitud, incurriendo en cobro sin autorización sobre la cuenta raíz y no únicamente sobre el plástico que se presenta al momento de la isncripción.

Como recomendación, les sugiero nunca dejar una tarjeta de crédito para realizar el cargo, lo más conveniente es dejar una de débito en la cual depositen mensualmente el monto a retirar por SmartFit, correspondiente a la mensualidad y de esta manera evitar cobros indebidos. También les recomiendo asesorarse con PROFECO para saber que pueden hacer en caso de estra envuelto en uno de estos fraudes.


Espero honestamente que mejoren su calidad en el servicio al cliente y dejen atras diferencias mal interpretadas de un nivel “Smart” con el de un nivel “chafa”, un precio bajo en el costo del servicios no debe dejar de lado la calidad y calidez humana que se debe ofrecer. No se vayan tan lejos y aprendan algo de su hermano mayor SportCity.


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