SmartFit no debería
de ser tan chafa
Quizá muchos de nosotros nos hemos enfrentado a este
despliegue invasivo de publicidad que anuncia tarifas muy bajas en clubes
deportivos, conocidos como SmartFit. Efectivamente, se trata de tarifas
muy económicas que ofrecen gimnasios de bajo costo con equipo de peso libre,
integrado y aparatos cardiovasculares, para quienes gustan de realizar
ejercicio y otras cuantas amenidades para quienes quieren ir a broncearse o "rejuvenecerse" o tan sólo recibir un masaje en algunas de las amenidades con las
que cuenta SmartFit.
Pocos sabemos que SmartFit es una cadena de clubes
perteneciente a grupo Martí y por ende forma parte del consorcio que agrupa a
gimnasios de nivel Premium conocidos como SportCity y entre los cuales existe
un abismo de niveles socioeconómicos bastante amplios y opuestos y no solo eso,
sino una calidad en el servicio casi impecable en comparación con SmartFit.
La abismal diferencia que logré percatar entre la calidad de
servicios que ofrecen estos dos conceptos es inmensa y desalentadora, considerando
que SmartFit pretende proyectarse como una empresa inteligente, juvenil y
honesta, pero que desde su aproximación con el cliente aparenta, poca
honestidad y franqueza desde el hecho de que en SmartFit no es posible
solicitar informes a las unidades vía telefónica. Esto en lugar de agilizar el
flujo de información y hacerlo "Smart" como ellos le llaman,
entorpece todo y dificulta el acercamiento con SmartFit. Pensar en una línea de
ayuda o acceso al corporativo es un sueño, ya que nadie contesta.
En el caso de
SportCity, éste cuenta con una línea telefónica exclusiva para quejas y
sugerencias en donde puedes hacer llegar cualquier queja o comentario o duda
sobre los servicios de esta cadena. En comparación, no solo con los tangibles
sino con el concepto y servicio que SmartFit pretende ofrecer deja mucho que
desear como cadena gimnasios, muchas son las irregularidades que opacan y
contradicen el concepto esperado.
Quizá te preguntes
porque escribo esto, y no es por un interés macabro de opacar a una marca, sino
porque como usuario de estos dos gimnasios es fácil percibir diferencias entre
ambos conceptos que dejan en el caso de SmartFit a un lado los derechos y
respeto al cliente, que debería ser su principal preocupación.
En fechas recientes he
iniciado un proceso de reclamo por 9 meses cargados a mi cuenta por un plan que
cancelé hace 10 meses y que por falta de seguimiento por parte de quienes
manejan la unidad Viaducto ha llevado al cobro indebido de este servicio,
negándose a atender dicho caso y dando largas y largas a esta solicitud,
incurriendo en cobro sin autorización sobre la cuenta raíz y no únicamente
sobre el plástico que se presenta al momento de la isncripción.
Como recomendación,
les sugiero nunca dejar una tarjeta de crédito para realizar el cargo, lo más
conveniente es dejar una de débito en la cual depositen mensualmente el monto a
retirar por SmartFit, correspondiente a la mensualidad y de esta manera evitar
cobros indebidos. También les recomiendo asesorarse con PROFECO para saber que pueden hacer en caso de estra envuelto en uno de estos fraudes.
Espero honestamente que mejoren su calidad en el servicio al
cliente y dejen atras diferencias mal interpretadas de un nivel “Smart” con el
de un nivel “chafa”, un precio bajo en el costo del servicios no debe dejar de
lado la calidad y calidez humana que se debe ofrecer. No se vayan tan lejos y
aprendan algo de su hermano mayor SportCity.